¡Ay la tele! ¡Ay – la – tele! ¡Cuántas veces hemos puesto a este maravilloso invento a los pies de los caballos, y cuánto nos ha salvado...
¡Ay la tele! ¡Ay – la – tele! ¡Cuántas veces hemos puesto a este maravilloso invento a los pies de los caballos, y cuánto nos ha salvado...